Nuestro Colegio ha participado, a través del Decano, en un trabajo periodístico elaborado por Silvia G. Rojo para El Norte de Castilla sobre el papel y el momento que están viviendo las ingenierías, incluyendo la nuestra.
Para colaborar en el mismo, Ignacio Mucientes proporcionó las siguientes consideraciones:
- La Ingeniería, independientemente del apellido que lleve (agrónomos, montes, minas, caminos, industriales, telecos…), es el motor de progreso, avance y desarrollo de toda sociedad. Basta con echar un ojo a las veinte naciones más desarrolladas del primer mundo para darse cuenta de que en puestos estratégicos de las mismas hay ingenieros trabajando para facilitar las cosas al resto de la sociedad y hacer de su país una nación próspera y moderna.
- En lo que se refiere al sector primario y más concretamente al subsector agrario (incluido sus pilares: agrícola, pecuario, forestal/cinegético y de la industria agroalimentaria) se constata una vez más que hay ingenieros trabajando en todos ellos, y que realizan una gran labor por ser estratégico en la producción de alimentos, sostenibilidad medioambiental y lucha contra el cambio climático, entre otros.
- Por ello, el número de ingenieros agrónomos que existe en la actualidad debería de ser mayor tanto en el sector privado como en el público porque hay trabajo y porque lo demanda la sociedad. En el ejercicio libre cada día se necesitan más ingenieros agrónomos para atender un amplio panorama laboral basado en las cinco especialidades que posee la carrera: sanidad y protección vegetal; producción animal; ingeniería rural y construcciones; economía, sociología y política agraria y por último, las industrias agroalimentarias.
- En la Administración pública ocurre parecido, si bien hay que decir que en ésta las tasas de reposición del cuerpo facultativo de ingenieros agrónomos han sido prácticamente inexistentes en los últimos dos lustros. No obstante, en la última convocatoria la Administración ha sido realista y se empieza a notar el deseo de contratar más ingenieros agrónomos, necesarios para la misma. Es de esperar que en convocatorias venideras se siga por la senda marcada, porque es evidente que hacen falta más ingenieros agrónomos en ambos campos.
- La carrera de Ingeniero Agrónomo se estudia actualmente en Castilla y León en las Universidades de Valladolid, León, Salamanca y Ávila. Las tres primeras son universidades públicas, y la última, privada. El porcentaje de alumnos que sale anualmente de las Escuelas oscila entre el 82-85% y no transcurre, de media, más de un año sin encontrar su primer trabajo.
- En lo que a las salidas profesionales respecta hay que decir que a pesar de que muchos colegas apuestan por trabajar en la administración, otros optan por montar su propio negocio o dirigir su explotación agropecuaria o agroalimentaria, También tenemos compañeros que prefieren dedicarse a la docencia e investigación en empresas universidades.
El futuro se presenta lleno de retos por conquistar y adversidades por superar para los Ingenieros Agrónomos